Las raíces de la violencia
contra la mujer yacen
en la discriminación
persistente contra
las mujeres
Situación de sumisión
La clave de esta situación de sumisión
puede entenderse debido a que, durante
siglos, la sociedad ha “tolerado” el acto de
dominación del hombre sobre la mujer. Un
papel absolutamente secundario, cuan-
do no marginal de la mujer en gran parte
del mundo agudiza esta situación. Es, por
tanto, un tipo de violencia que se produ-
ce en un esquema de poderes desiguales,
que busca someter y controlar a las muje-
res. En este contexto, el sistema patriarcal
que establece y naturaliza jerarquías entre
las mujeres y los hombres, que designa al
hombre como sujeto de poder y autoridad,
y a la mujer como objeto de sometimiento,
discrimina y al mismo tiempo violenta sus
derechos humanos.
Un cambio en la sociedad
Para prevenir la violencia contra las muje-
res los expertos proponen numerosas res-
puestas. Pero lo más importante, desde
mi punto de vista, es que necesitamos un
cambio en la sociedad acerca de la visión
de las relaciones de género. Un cambio que
debe venir impulsado desde varios secto-
res, desde el ámbito penal, por supuesto,
pero también desde el formativo. Debemos
empezar por los más jóvenes: en nuestra
propia casa, en las escuelas elementales y
durante toda su etapa de formación.