Red de Comunicación - Nº24 - page 61

visión periférica, que nos permite tener una
conciencia global de lo que nos rodea sin
necesidad de verlo.
Sin embargo, cada vez nos encontramos
más tiempo en entornos cerrados y distan-
cias más cercanas, a lo que nuestro sistema
visual se está adaptando. Esta adaptación
consiste en una inhibición de nuestra visión
periférica y un aumento del tamaño del glo-
bo ocular para reducir el esfuerzo de enfo-
que que realizamos en distancias cercanas,
que desarrolla una visión borrosa en lejos
(distancia que cada vez utilizamos menos).
Este tipo de patología recibe el nombre de
miopía funcional o artificial porque inicial-
mente no es una miopía, sino un problema
de visión periférica y enfoque que se traduce
en visión borrosa en lejos.
Por todo ello lo que debemos hacer es in-
tentar reducir el esfuerzo en cerca y hacer
uso de la periferia, entre otras cosas, para
ello existen varias posibilidades:
1.
La adaptación de lentes de contacto:
su uso favorece la percepción de la
periferia. Existen diversos tipos de len-
tes de contacto, atendiendo al tipo de
material o tratamiento.
2.
Para mejorar el enfoque y otras mu-
chas habilidades se puede realizar
terapia visual comportamental, que
consiste en ejercicios que nos permi-
ten mejorar nuestro rendimiento.
3.
Valorar la necesidad o no de llevar ga-
fas para reducir el esfuerzo en cerca
y de esta forma, cuando vayamos a
cambiar la mirada a lejos contar con
un sistema visual más descansado y
capaz de cambiar a las diferentes dis-
tancias sin problemas.
Por lo tanto sí podemos prevenir la miopía,
aunque no en todos los casos, y ralentizar o
parar el crecimiento de la misma, pero ¿ocu-
rre lo mismo con la vista cansada?
El ojo es un órgano que entra en la edad
adulta muy pronto, en torno a los 12 años,
es por ello que a los 40 años podríamos
decir que es un órgano “viejecito”, y apa-
rece lo que conocemos como vista cansa-
da o presbicia.
La vista cansada es debida a que el cristali-
no, una lente dinámica que tenemos dentro
del ojo, va perdiendo la capacidad de enfo-
car a lo largo de nuestra vida y a los 40 años
no solemos tener suficiente capacidad para
enfocar a distancias mayores de 40 cm, es
por esto que a partir de esa edad cada vez
necesitamos alejarnos más las cosas que
queremos ver.
A pesar del envejecimiento normal de una
parte del ojo sí podemos mejorar nuestras
habilidades visuales en la edad adulta. Nu-
merosos estudios indican que la plasticidad
cerebral, la capacidad de seguir aprendien-
do y adquirir nuevas habilidades también se
da en edades muy avanzadas, por ello la te-
rapia visual puede ser una buena herramien-
ta para mejorar el rendimiento de nuestro
sistema visual.
Además, el mundo de las lentes de con-
tacto también ha evolucionado para corre-
gir la vista cansada y existen numerosos
tipos de lentillas progresivas, adaptadas a
la edad lo que permiten un uso más có-
modo de las mismas.
Tanto la miopía artificial como la vista cansa-
da pueden ocasionar numerosos síntomas
como dolores de cabeza, fatiga o cansan-
cio tanto visual como general, ojos rojos o
escozor, etc. que finalmente se traducen en
un peor rendimiento laborar y un descenso
notable en nuestra calidad de vida.
Son muchas las herramientas que están ac-
tualmente a nuestro alcance para prevenir
numerosos problemas de salud, por lo tan-
to, ¡utilicémoslas!
Aprende a mirar con los ojos y a ver con
el cerebro.
Teresa Molina Martín
María Valencia Sandonís
Diplomadas en Óptica y Optometría, Máster en
Optometría y Terapia Visual
Directoras Técnicas de Instituto de Salud Visual
i e n e s t a r
1...,51,52,53,54,55,56,57,58,59,60 62,63,64,65,66,67,68,69,70,71,...84
Powered by FlippingBook