e l l u g a r
ños, alumnos que nos llegan de todos los
colegios públicos y privados de Alcoben-
das, y de otros municipios cercanos que
también nos solicitan asistir a nuestros cur-
sos de Educación Vial. Esta oferta educati-
va se ha extendido con el paso del tiempo
a otros colectivos (mayores, jóvenes en
cursos de reciclaje, niños con necesidades
especiales -autistas-).
¿Qué opina de que empresas como FCC
desarrollen planes de acción, más allá
del ámbito laboral, en temas tan delica-
dos y especializados como son los de
seguridad vial?
Me parece algo necesario y muy positivo
formar (a nuestros empleados, a nuestros
hijos...) en la prevención. Por ello, desde el
Ayuntamiento siempre apoyaremos cuan-
tas iniciativas tiendan a ello, ya sea en el
campo de la seguridad vial y la movilidad
sostenible.
Que FCC desarrolle este tipo de planes me
parece muy satisfactorio y denota que la
empresa trabaja en la Responsabilidad So-
cial Corporativa.
¿ Qué otras actividades desde el ayun-
tamiento tenéis previstas, por ejemplo,
para la Semana Europea de la Movili-
dad?
Hemos realizado actividades en vía pública
que excluyen el tráfico rodado, fundamen-
talmente con bicicletas, así como talleres,
mesas redondas y campañas divulgativas
sobre movilidad sostenible.
¿Qué le diría a otros ayuntamientos para
convencerles de la necesidad de invertir
y desarrollar actividades de educación
y formación ciudadana? ¿y a los habi-
tantes de Alcobendas o trabajadores de
FCC para que participen de las iniciati-
vas del Ayuntamiento y la empresa?
La Educación Vial es una inversión que nos
ahorra muchas vidas el día de mañana, los
niños de hoy, como dice el antiguo eslo-
gan -que nunca perderá vigencia-, son los
conductores del mañana. Nos sorprendería
darnos cuenta de la cantidad de cosas que
creemos saber relacionadas con la educa-
ción vial y que desconocemos.
En nuestra vida cotidiana todos desarrolla-
mos nuestros roles; somos padres, o hijos,
trabajadores de una empresa, funciona-
rios… tenemos nuestra familia, nuestros
amigos, nuestras obligaciones, nuestros
ratos de ocio... y uno se da cuenta que
gran parte de esta actividad vital la realiza-
mos en la vía pública, espacio común para
todos nosotros, bien seamos conductores
o peatones. La necesidad de compartir ese
espacio común nos obliga a ser respetuo-
sos, a conocer las normas y a implicarnos
en algo que tarea de todos.
Por ello, merece mucho la pena participar
en estas iniciativas que por otro lado me-
joran la convivencia cívica de nuestros ciu-
dadanos.