Medidas de control
Para evitar la movilización de los contami-
nantes durante los trabajos de excavación y
traslado se han establecido diversas medi-
das de control, entre ellas cabe destacar la
utilización de sistemas de supresión de pol-
vo por niebla seca; el sellado temporal con
láminas plásticas de los frentes de excava-
ción para evitar la generación de aguas con-
taminadas y polvo cuando las condiciones
meteorológicas eran adversas; se ha tenido
que mantener una altura de 2,5 ó 3 metros
en las bancadas de excavación para evitar
desmoronamientos de materiales por los ta-
ludes, que pudieran generar polvo.
Además, la carga se ha efectuado posicio-
nando la maquinaria de excavación a una
cota superior a la de los camiones y ha sido
necesario realizar de forma continua dife-
rentes actuaciones como limpieza de viales
pavimentados y la humectación de los viales
en tierra.
Las aguas contaminadas generadas du-
rante el desmantelamiento se llevaron a un
tanque de tormentas, desde donde se bom-
beaban hasta la depuradora, situada en el
mismo emplazamiento, para su tratamiento,
control y vertido final al cauce en las condi-
ciones autorizadas.
Acceso a la zona vallada
Un aspecto de gran relevancia en el desa-
rrollo de los trabajos ha sido la adopción de
las más exigentes medidas de seguridad e
higiene para la protección de los trabajado-
res de las obras de desmantelamiento.
Para acceder a la zona de riesgo o zona va-
llada se estableció un estricto protocolo de
paso por la unidad Blanco/Negro que ga-
rantizaba que el personal de obra contara
con las necesarias medidas de protección.
Se estableció un exhaustivo seguimiento
para control y vigilancia de la posible disper-
sión de partículas y gases, constituido por
varios equipos de medida distribuidos por el
área de obra y su entorno. Un sistema de
alarma on-line permitía la adopción de las
medidas necesarias para su control de for-
ma inmediata.
Además, el seguimiento ambiental se
complementa con la vigilancia y control
de la posible afección a los suelos del en-
torno, las aguas superficiales y las aguas
subterráneas.
Para garantizar que la superficie de apoyo
de la antigua zona de vertido quedará total-
mente liberada de contaminantes, se realizó
un Plan de Verificación analítico de la super-
ficie desmantelada.
La peligrosidad
de los materiales obligó
a adoptar un plan especial
de seguridad
Julián Imaz, gerente de la UTE, se ha
centrado en las Relaciones Institucio-
nales tanto con la Diputación General
de Aragón como con la empresa pú-
blica Sarga, además se ha encargado
del control administrativo del proyecto.