La navegación, como actividad humana,
es milenaria. Los barcos y las
infraestructuras de la navegación
han venido evolucionando para
adaptarse a las necesidades
comerciales, militares, pesqueras
y recreativas del hombre, a un ritmo acorde
con el del conocimiento del medio marino
y sus particularidades. Los puertos han
experimentado profundas transformacio-
nes a lo largo del tiempo, consecuencia del
desarrollo de la ingeniería marítima como
cuerpo de conocimiento.