puede ser una infección bacteriana o viral,
un accidente de automóvil, la separación
matrimonial, problemas con los hijos, etc.
En otros casos aparece después de que
otra enfermedad conocida limite la calidad
de vida (artritis reumatoide, lupus eritema-
tososo, etc.).
Estos agentes desencadenantes no pare-
cen causar la enfermedad, sino que lo que
parece que hacen es despertarla en una
persona que ya tiene una anomalía oculta
en la anulación de su capacidad de res-
puesta a determinados estímulos. Es muy
probable que una respuesta anormal a los
factores que producen estrés desempeñe
un papel importante en este proceso.
En algunos estudios se han detectado en
el sistema nerviosos de personas con fi-
bromialgia niveles bajos de algunas sustan-
cias importantes en la regulación del dolor
(particularmente la serotonina). Asimismo
se ha detectado en el sistema nervioso el
incremento de una sustancia productora
de dolor (sustancia P). Aunque hay muchos
datos prometedores, aún están bajo inves-
tigación.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de fibromialgia se hace en
base a los síntomas que presenta el enfer-
mo y los datos que encuentra el médico al
explorarlo, y que básicamente son los si-
guientes:
•
Puntos dolorosos en diversas partes
del cuerpo.
•
Los análisis y radiografías en esta en-
fermedad sirven fundamentalmente
para descartar otras enfermedades
que se pudieran asociar a la fibro-
mialgia, caracterizando a esta enfer-
medad la normalidad de las pruebas
diagnósticas, tanto radiológicas como
analíticas.
¿Cuál es el tratamiento de la fibromial-
gia?
La enfermedad no tiene curación definitiva
y puede ser difícil de tratar, requiriendo a
menudo un trabajo en equipo que incluya,
aparte del médico, un fisioterapeuta, psicó-
logo, etc.
Es necesario evitar los factores que agra-
van los síntomas: No adoptar posturas for-
zadas y poco naturales, (cuidar los asientos
en el trabajo y en la casa), evitar levantar o
sostener pesos para los que la musculatura
de la persona en cuestión no está prepara-
da y evitar el sobrepeso, que sobrecarga
las estructuras músculo-tendinosas.
La ansiedad y la depresión no son causa de
la fibromialgia pero cuando se asocian a la
misma hacen que su tratamiento sea más
difícil, por lo que es fundamental detectar
estos problemas y, en su caso, recabar la
ayuda de un psiquiatra.
Analgésicos, miorrelajantes, antidepresivos
y ansiolíticos, bajo estricto control médico y
en las distintas circunstancias en que pue-
de darse la enfermedad suelen ser necesa-
rios y forman el arsenal médico con el que
contamos para su tratamiento.
¿Qué puedo hacer para tratar de sen-
tirme mejor?
Hay muchas cosas que usted puede hacer
para mejorar, incluyendo:
•
Tómese los medicamentos como le
fueron recetados.
•
Duerma lo suficiente.
•
Haga ejercicio.
•
Aliméntese bien.
•
Hasta donde le sea posible lleve una
vida organizada, relajada y evite las
situaciones estresantes.


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