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violencia
degénero
Entrevista a un responsable
de RR.HH. de FCC
Pregunta. ¿Qué preguntas o dudas se
te han planteado sobre la incorporación
de mujeres que han sufrido violencia de
género en la empresa?
Respuesta. Inicialmente me surgieron
ciertas dudas sobre la confidencialidad a
mantener acerca de su situación personal
y el trato hacia dichas candidatas. Dichas
dudas fueron solventadas tanto por los
responsables del proyecto como por las
propias candidatas al puesto ofertado.
P. ¿Cómo ha sido la experiencia de incor-
porar a tu plantilla mujeres que habían su-
frido violencia de género? ¿Es necesario
un abordaje diferente desde RR.HH. en la
incorporación de estas mujeres?
La experiencia ha resultado positiva. Los
perfiles seleccionados para los puestos de
trabajo ofertados se ajustan a los perfiles
competenciales y profesionales exigidos
por el negocio. La ilusión que las trabajado-
ras han mostrado en todo momento por el
puesto de trabajo supera las expectativas
iniciales a su contratación.
P. ¿Con que dificultades te has
enfrentado? ¿Cómo las has resuelto?
R. No me he tenido que enfrentar a ningún
tipo de dificultad.
P. ¿Aconsejarías la experiencia a otros/as
compañeros/as de RR.HH.? ¿Qué les di-
rías?
Recomiendo que se le ofrezca la
oportunidad de acceder a puestos de
trabajo a candidatas que han sufrido
violencia de género. Su búsqueda de
estabilidad laboral y personal, les lleva en
todo momento a desarrollar su capacidad
de comunicación, trabajo en equipo
y orientación a los objetivos fijados.
No hay ninguna diferencia respecto a
otros trabajadores, exceptuando la gran
valoración que tienen por el trabajo y la
oportunidad ofrecida.
CERO
DlEClSElS
Tuvo que abandonar su mesa dando un
traspiés con la papelera cuando colgó el
teléfono. Desde el otro lado de la línea,
la voz entrecortada de su colega de
personal le había puesto primero nerviosa
y después le había exasperado hasta que
repentinamente adquirió conciencia de
lo que estaba sucediendo. Fue como un
shock eléctrico, como una patada en la
boca del estómago, y sólo entonces pudo
reaccionar levantándose como un muelle
de la silla y alcanzando la puerta de su
despacho, no sin antes tropezar con la
dichosa papelera.
Los detalles aún eran confusos, pero
abajo, en personal ya estaban agilizando
la tramitación de todos los papeles con
la mayor celeridad y diligencia, cosa que
le incomodó sin poder explicar muy bien
por qué. Quizá le molestó esa eficacia
imperturbable que con una frialdad
metódica se dedicaba a ejecutar los
trámites debidos, orillando la esencia
trágica del asunto para tratarlo como una
gestión más en la monotonía administrativa;
o quizá sintió que le hurtaban la posibilidad
de poner algo de su parte para contribuir
con su granito de arena a resolver alguno
de los cabos que surgieran.
Sea como fuere, no encontró mejor
remedio que emitir un sonoro exabrupto
como embajada y presentación de su
requisa: Joder! Es que nadie me va a decir
dónde es la dirección! Súbitamente, todos
dejaron de mirar a las pantallas y uno de
los compañeros, el que peinaba canas
más abundantes, se acercó a ella para
ofrecerse a acompañarla en su coche, lo
que ella rechazó radicalmente y tras volver
a preguntar, ya en un tono más sosegado,
CLÁUSULA DE ANONIMATO.
En esta entrevista se ha preservado en el ano-
nimato la identidad de la persona entrevistada, judicialmente reconocida como
víctima de violencia de género, por deseo expreso de la misma al objeto de no
dañar su derecho a la intimidad, el honor y la propia imagen, así como para
evitar cualquier riesgo adicional de agresiones.
De la misma forma, se mantiene en el anonimato la identidad del responsable de
equipo para evitar la identificación indirecta de la víctima de violencia de género.