Bienestar
Una vitamina es un compuesto orgánico
necesario en pequeñas cantidades para
el metabolismo corporal normal y que las
células del cuerpo no pueden fabricar. Las
vitaminas se almacenan en pequeñas can-
tidades en las células. Algunas se almace-
nan en mayor cantidad en el hígado. Por
ejemplo, la cantidad almacenada en el hí-
gado de vitamina A basta para mantener a
una persona entre 5 y 10 meses sin ningún
aporte de esta vitamina. Normalmente la
cantidad de vitamina D almacenada en el
hígado basta para 2-4 meses sin una in-
gestión adicional.
Por tanto, los requisitos mínimos diarios de
las vitaminas no son muy altos, se necesi-
tan tan sólo dosis de miligramos o micro-
gramos contenidas en grandes cantidades
(proporcionalmente hablando) en alimentos
naturales. Tanto la defciencia como el ex-
ceso de los niveles vitamínicos corporales
pueden producir enfermedades que pue-
den llegar a ser muy graves e incluso provo-
car la muerte. La defciencia en vitaminas se
denomina avitaminosis mientras que el nivel
excesivo se denomina hipervitaminosis.
Avitaminosis
La defciencia de vitaminas puede producir
trastornos más o menos graves, según el
grado de defciencia. En el mundo desa-
rrollado es muy difícil que se produzcan y,
de hecho, se ven excepcionalmente en la
clínica diaria. Varias razones hay para ello:
1.
Las necesidades de vitaminas son mí-
nimas
2.
En nuestro entorno se hace una dieta lo
sufcientemente variada para cubrir to-
das las necesidades.
3.
La calidad de los alimentos en nuestra
sociedad es sufcientemente alta.
4.
Se hace un abuso de los suplementos
vitamínicos.
Hipervitaminosis
Las vitaminas, aunque son esenciales,
pueden ser tóxicas en grandes cantidades.
Unas son muy tóxicas y otras son inocuas
incluso en cantidades muy altas.
La toxicidad puede variar según la forma de
aplicar las dosis. Por ejemplo, la vitamina D
se administra en cantidades sufcientemen-
te altas como para cubrir las necesidades
para seis meses; sin embargo, no se po-
dría hacer lo mismo con las vitaminas B3 o
B6, porque son muy tóxicas. Otro ejemplo
es que la suplementación con vitaminas
hidrosolubles a largo plazo se tolera mejor
debido a que los excedentes se eliminan
fácilmente por la orina. Las vitaminas más
tóxicas son la D y la A.