•
Uso de
filtros de absorción selec-
tiva,
que permiten disminuir la fatiga
ya que permiten mejorar el contraste
y evitan la entrada de luz azul, que es
la más molesta.
•
Adaptación de lentes de contacto
personalizadas,
en el caso de nece-
sitar corregir un defecto de refracción
como miopía, hipermetropía, astig-
matismo o vista cansada.
•
Y por último, seguir unas sencillas
normas de ergonomía visual
que
nos permitan mejorar nuestro rendi-
miento visual y por tanto, laboral:
o
Guardar una
correcta distancia al or-
denador,
entre 50 y 60 cm.
o
Colocar la pantalla del ordenador de
forma que los ojos queden alineados
con el borden superior, de esta for-
ma
nuestra mirada se dirigirá hacia
abajo,
posición más ergonómica que
además permite que los párpados
mantengan mejor lubricada la super-
ficie ocular.
o
Evitar los
reflejos sobre la pantalla,
de esta forma nuestro cerebro no de-
berá eliminar la imagen reflejada y le
ahorraremos trabajo.
o
Evitar
aires directos
sobre los ojos
y parpadear frecuentemente, para
mejorar la lubricación de la superficie
ocular.
o
Cuando se trabaja en distancias cer-
canas es aconsejable cada 90 minu-
tos hacer
palming.
Esta técnica con-
siste en tapar los ojos con las palmas
de las manos, debemos visualizar
con los ojos cerrados que nos en-
contramos por ejemplo en un teatro
y que el telón va bajando lentamente,
de esta forma conseguiremos que
nuestro cerebro perciba oscuridad y
así nuestro enfoque se relajará.
o
Baños oculares de agua fría o de
soluciones calmantes,
cuando em-
pecemos a notar síntomas de fatiga.
Es necesario acudir a realizar una revisión
de la salud visual una vez al año y por
supuesto, si aparecen cualquiera de los
síntomas que se han numerado anterior-
mente. El optometrista es el encargado
de revisar la salud visual, es el profesional
que valorará la necesidad o no de usar
gafas, lentes de contacto, realizar terapia
visual o que nos explicará que normas de
higiene visual podemos tener en cuenta
para mejorar nuestro rendimiento visual.
