Dejar de fumar es posible:
SEGURO QUE SÍ
Colaboración:
Dr. Román Rodríguez Barrigüete
El tabaquismo supone una de las princi-
pales epidemias de nuestra sociedad en
cuanto a su repercusión en la salud de la
población, suponiendo la primera causa
de mortalidad en los países desarrollados.
Es una enfermedad de alta prevalencia.
Aproximadamente el 33% de la población
mundial es consumidora habitual de taba-
co con graves consecuencias en la salud
por la aparición de patologías directamente
relacionadas con dicho consumo y que se
cuentan entre las más frecuentes de nues-
tro tiempo.
Múltiples son las consecuencias del consu-
mo de tabaco sobre el organismo y podrían
resumirse, dependiendo de los sistemas
afectados, en:
•
Cardiovasculares:
El tabaco es uno
de los principales factores de riesgo
cardiovascular siendo frecuentes en-
tre los fumadores los infartos de mio-
cardio, la angina de pecho, los ictus
o accidentes cerebrovasculares, así
como la arteriopatía periférica que
puede llevar a severos compromisos
de riesgo sanguíneo en las piernas.
•
Problemas pulmonares:
Es bien
conocido que la EPOC (enfermedad
pulmonar obstructiva crónica) es
consecuencia en más de un 90% de
los casos del tabaquismo. De hecho
a toda persona que fuma un paquete
diario durante 15 años o más durante
10 años es susceptible de explora-
ción que descarte esta enfermedad.
•
Neoplasias:
Determinados cánceres
tiene una vinculación causal decisi-
va con el consumo de tabaco. Entre
ellos son especialmente significativos
el cáncer de pulmón (más del 80% de
los casos), el cáncer de laringe (más
del 90% de los casos), el cáncer de
vejiga (más del 80% de los casos),
sin contar otros muchos relacionados
también con el tabaco aunque no de
forma tan categórica como los ante-
riores (cáncer de estómago, cáncer
de colon, etc.)
Es indiscutible que dejar de fumar mejora
nuestra calidad de vida. El abandono de
esta adicción supondría una disminución
muy significativa de las causas de muerte
en el mundo occidental. Se calcula que
entre 4,5 y 5 millones de personas mueren
cada año en el mundo como consecuencia
del consumo de tabaco.
Para conseguir nuestro objetivo, dos men-
sajes debemos trasmitir claramente a la po-
blación fumadora:
•
El tabaco no aporta nada a nuestras
vidas, todo lo contrario. Supone un
importante gasto económico que no
consigue otra cosa que deteriorar
nuestra salud.
•
Dejar de fumar es perfectamente po-
sible con los tratamientos actualmen-
te disponibles.
Todos los esfuerzos realizados en la difu-
sión de estos mensajes, desde el Sistema
Público de Salud y las entidades privadas,
entre las cuales los Servicios Médicos de
Empresa pueden jugar un papel relevante,
ayudarán a una mejora indiscutible en la
salud y en la calidad de vida de nuestros
conciudadanos.
