Quedan pocos trabajadores en la esclusa,
entre ellos, Eloy Saiz San Pedro, gerente
de la obra, y Pablo López, jefe de Produc-
ción, que permanecen pendientes de la
inminente recepción de la obra por la Au-
toridad Portuaria de Sevilla. Atrás quedan
cinco años de duro trabajo, en los que ha
habido picos de producción con jornadas
de trabajo de 24 horas, que han hecho
realidad esta colosal obra de ingeniería.
La nueva esclusa sustituye a la anterior,
con más de 60 años de antigüedad, y per-
mite mejorar y ampliar en un 80% el canal
de navegación. Esta ampliación habilita el
acceso de buques de mayor manga que
hasta ahora, de los 24 que permite la ins-
talación actual hasta los 40 de la nueva
infraestructura. Además, abre las puertas
a un aumento del transporte marítimo,
que podría alcanzar en los próximos años
12 millones de toneladas frente a las cinco
millones de toneladas de ahora, ésto su-
pondría suprimir 15.000 trasiegos de ca-
rreteras, ahorrar 14 millones de euros de
combustible al año, reducir las emisiones
de NOX y CO
2
en 350 y 250 toneladas,
crear 15.000 nuevos empleos en la próxi-
ma década y garantizar la protección de
Sevilla.
Diseñada a semejanza de las últimas
construidas en Panamá, la nueva esclu-
sa de Sevilla es la quinta más grande de
las que se hacen en la actualidad. Cuenta
,
e un gran
Se ha batido
el récord de tablestacas
más largas clavadas
a 30 metros
de profundidad.
El gerente y su obra.
Eloy Saiz San Pedro