Tiene un bonito casco antiguo salpicado de curiosas estatuas callejeras de
bronce que ponen una nota de humor y color a la ciudad, entre ellas:
El fotógrafo paparazzi. Los transeúntes por
el casco antiguo de Bratislava se sienten
atraídos por esta estatua de tamaño natu-
ral. Mirando desde una esquina de la calle
y sosteniendo la cámara en sus manos, pa-
rece estar fotografiando a alguien famoso.
El soldado del ejército de Napo-
león. Uno de los sitios más po-
pulares para hacerse una foto
en Bratislava, es una estatua de
bronce de un soldado napoleóni-
co inclinado sobre un banco en la
Plaza Mayor (Hlavné námestie) en
el casco antiguo.
El Miranda. Ninguna otra ciudad del
mundo tiene una estatua saliendo de
una alcantarilla. Después de que el
“Miranda” perdiera la cabeza en dos
ocasiones, debido al descuido de al-
gunos conductores, los responsables
de la ciudad decidieron ayudarle me-
diante una señal de tráfico, muy origi-
nal, para advertir a los conductores.
Curiosidades de la ciudad
Pero no solo entorno al castillo y los pala-
cios gira la vida de la ciudad del Danubio,
pasear por el casco peatonal y observar
sus calles, edificios y plazas merece una
buena dedicación; así como saborear una
taza de café en alguna de las numerosas
cafeterías del centro de la ciudad, y visitar
alguna de los reconocidos museos como el
Museo de Arte, el Museo de los Relojes o el
Museo de Farmacia.
Un paseo por las dos orillas del Danubio
sirve para identificar las dos culturas de
esta ciudad acogedora, una dueña del cas-
co antiguo dominado por sus torres medie-
vales y la otra fruto del régimen soviético,
con grandes bloques de edificios. Allí se
encuentra la torre Ufo, antiguo puesto de
control comunista desde donde se contro-
laba toda la ciudad. A ella se accede por
el Nuevo Puente, construido entre 1967 y
1972, y hoy en en su cima, de 95 metros
de altura, se puede disfrutar de las mejores
vistas panorámicas de la ciudad, así como
de un fabuloso restaurante.