En un terreno muy estrecho cerca del mer-
cado de Whitechapel, los ingenieros están
trabajando en la estación de Crossrail, que
será construida bajo la ya existente. Los
operarios de Alpine están excavando las
cavernas de la estación y sus correspon-
dientes pasadizos internos, los huecos
para las escaleras mecánicas y vestíbulos
para lo que están utilizando revestimientos
de hormigón de proyección para sostener-
los.
Londres tuvo el primer
subterráneo
Las estaciones deben conectarse a los tú-
neles de las vías y a las entradas en su-
perficie, que en ambos casos están siendo
construidos por otros contratistas. Cuando
se hayan completado las excavaciones de
las estaciones, las tuneladoras las atrave-
sarán y reanudarán su trabajo en el otro
extremo, por lo que todas las tareas se de-
ben completar cumpliendo estrictamente el
calendario con el fin de asegurar el avance
sin tropiezos y sin retrasos de la obra. El
ingeniero geotécnico jefe de Alpine, Alfred
Stärk, dice que el suelo arcilloso de Lon-
dres “es prácticamente perfecto para hacer
un túnel, no tiene agua y es fácil de exca-
var”.
Sin embargo, no se conocen del todo las
estructuras que las tuneladoras podrían
encontrar. Como explica Stärk, “Londres
fue la primera ciudad que construyó un
ferrocarril subterráneo, y en la década de
1860 nadie reparó en la conveniencia de
realizar un registro de la ubicación de estas
estructuras subterráneas. Hubo un tiempo
en que casi todos los edificios tenían un
pozo. Esos tiempos han pasado pero los
pozos no, y no todos están registrados. En
Liverpool Street estábamos excavando y,
de repente, encontramos un pozo que no
figuraba en ningún plano”.
Ese pozo se protegió fácilmente, pero la
obra de Liverpool Street (que conecta con
la cercana estación de Moorgate) es muy
compleja porque el emplazamiento está
atravesado por las líneas de Hammersmith
& City y Northern Line del metro, por la
antigua línea de ferrocarril del Correos (ya
en desuso y utilizada ahora para cables de
telecomunicaciones) y por el túnel Queen
Victoria, abandonado hace tiempo.
Otra pieza compleja de la obra será el cru-
ce de Vallance Road, para permitir que los
trenes cambien de sentido en Whitechapel.
Según el ingeniero de Alpine, esta estruc-
tura, con una longitud de hasta 20 metros,
probablemente será una de las estructuras
más grandes jamás construidas en la arcilla
de Londres.
Es esencial que todo el complejo esté
construido para durar -las estructuras de
Crossrail están diseñadas para tener una
vida de 120 años- por lo que se ha recurri-
do a dos de los inspectores de calidad más
experimentados de Alpine BeMo. Hermann
Dettelbacher y Karl Fender suman 70 años
de experiencia. Una trayectoria imprescin-
dible para completar uno de los “laberintos”
subterráneos más complejos con los que
probablemente jamás se encontrarán.