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ra. “Da igual si esa persona es hombre o mujer, lo que cuenta es su capacidad para conseguir la aceptación de la gente con sus conocimientos, compromiso, fexibili-dad y rapidez mental”.

Otra historia similar la encontramos en la obra del Centro Internacional de Conven-ciones de Madrid, que ocupa los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, junto al complejo empresarial Cua-tro Torres. Un vez concluido, se convertirá en el centro de referencia de negocios y cultura del norte de Madrid, dispondrá de varios auditorios, el mayor de ellos con ca-pacidad para 4.000 personas, que podrán ser usados para eventos culturales, musi-cales, teatro, ópera y similares.

Allí trabaja Belén Valero, jefa de planifca-ción y programación de la obra, pero no es la única mujer, junto a ella Marta Cuesta y Emma Fernández realizan las labores de

jefa de producción y ayudante de planifca-ción.

“La capacidad de resolución de problemas tiene que ser muy alta - aclara Belén- eso aporta una satisfacción inmensa, si no hay problemas nadie te viene a ver, hay que te-ner, además, mucha capacidad de trabajo y saber gestionar equipos humanos.”

Todavía mucho por hacer

Existe consenso entre las mujeres que ope-ran en la construcción en el sentido de que lo que importa no es el sexo, sino la per-

sonalidad, los conocimientos técnicos y el compromiso.

Pero entonces, ¿por qué sigue siendo tan baja la proporción de mujeres empleadas en el sector? ¿Y por qué no hay apenas mujeres a pie de obra? Estas preguntas no son fáciles de responder: con frecuencia se citan como posibles causas la dureza del trabajo, o la difcultad de compaginar el ho-rario laboral (que en obra exige una dedica-ción casi absoluta) con la vida familiar o que algunas empresas constructoras piensan con criterios conservadores.

Quien desee trabajar en la industria de este sector necesita seguridad en sí mis-mo y capacidad de adaptación a personas y situaciones diferentes. “El tono que usa la gente es más directo. Si no puedes en-cajarlo, estás en el lugar equivocado. Pero ello hace las cosas más fáciles en muchos aspectos, ya que puedes expresarte sin ro-deos con la gente,” explica Karin Keglevich, portavoz de larga trayectoria en ALPINE.

Las mujeres aportan intuición, capacidad para alcanzar

consensos, y en algunas situaciones una mayor sensibilidad que

los hombres”

Claudia Graber // Jefa de obra, puente Beska, Serbia.

Siete años en el sector de la construcción // Empleada de ALPINE desde 2006 // Jefa de obra titulada y directora de proyecto junior // Estudió ingenie-ría civil // Habla cuatro idiomas.

Sobre el trabajo en la construcción: Si tienes a la persona encargada de obra de tu parte, ya has ganado la mitad de la batalla. Su experiencia en construcción es inestimable y su respaldo es de enorme importancia. Para tener éxito necesitas a todo el equipo. Para mí, liderazgo signifca mostrar el camino a seguir y asumir la responsabilidad.

Su máxima: Hacer posible lo que parece imposible, luchar con dedicación por tus compañeros y defender con pasión la profesión de la construcción.