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“Además del mantenimiento, limpieza e
inspección de la red del alcantarillado, he-
mos realizado otra serie de trabajos, como
la instalación de la fbra óptica de la ciudad,
que aprovecha la propia red del alcantarilla-
do para su canalización” – añaden.
También nos cuentan que “antiguamente,
se decía que en las alcantarillas vivía una
rata por habitante; ahora no es así, gracias
a una mayor limpieza en las calles y al con-
trol de vertidos e higiene en el tratamiento
de las basuras”.
Un siglo de anécdotas
y curiosidades en las alcantarillas
de Barcelona
La literatura y el cine han hecho de la red
de alcantarillado, a menudo, un lugar más
inhóspito de lo que realmente es.
Hay cloacas en ciudades como París que
se han convertido en escenario literario gra-
cias a obras como Los miserables (1862),
de Víctor Hugo, o El fantasma de la ópera
(1909), de Gaston Leroux. Otras, como las
de Nueva York, se han hecho mundialmen-
te famosas por dar cobijo supuestamente
a cocodrilos y otros animales salvajes que
en realidad nunca han existido allí. Y si lo
han hecho ha sido accidentalmente, como
la boa de más de tres metros de longitud
que se escapó del Zoo de Barcelona, ahora
hace diez años, y se refugió en el alcan-
tarillado de la ciudad. No son pocas las
anécdotas históricas ligadas a la historia
del alcantarillado en Barcelona.
La mala fama de las ratas
La ferocidad de las ratas del alcantarillado
es una más de las leyendas urbanas sobre
el subsuelo de la ciudad. En los últimos 100
años no se recuerda ningún trabajador de
FCC que haya sido mordido por alguna de
ellas. Al contrario, ante la presencia de los
operarios huyen rápidamente.
1.630 kilómetros de alcantarillas
Barcelona dispone de unos de 1.630 kiló-
metros lineales de alcantarilla, es la misma
distancia que separa Barcelona de Berlín.
Hace 100 años, sin embargo, la red no su-
peraba los 90 kilómetros.
La suerte del periquito
Hasta fnales de la década de 1960 se utili-
zaron periquitos para detectar la presencia
de gases o la falta de oxígeno en la alcan-
tarilla. Cada brigada disponía de una jaula
con un periquito y si éste daba síntomas de
asfxia, los técnicos debían volver inmedia-
tamente a la superfcie.
El arsenal de la guerra civil
El colector de la calle del Rec fue el esce-
nario hace unos años al encontrar un ver-
dadero arsenal de los tiempos de la guerra
civil española, con granadas, pistolas y fu-
siles. Los operarios trasladaron el arsenal
al centro de trabajo y una vez allí avisaron
a la policía.
Barcelona dispone
de una longitud de red de
alcantarillado como para
unir linealmente la capital
catalana con Berlín (1.630
kilómetros), hace un siglo
la red no superaba
los 90 kilómetros
de longitud